3 estimulantes de confianza sorprendentes del mundo de hablar en público
Cualquiera que haya hecho una presentación sabe que la
confianza juega un papel importante en hablar en público. Pero la confianza no
es algo que la mayoría de la gente lleva consigo. Para que un orador enfrente
al público una y otra vez, deben trabajar constantemente en su juego de
confianza.
¡Este trabajo de confianza tiene enormes beneficios en otras
áreas de nuestras vidas, y no solo cuando necesitamos ofrecer un brindis de
boda o una presentación en la sala de juntas!
Aquí hay tres consejos clave de entrenamiento que puede usar
para mejorar su confianza en todas las áreas de su vida.
1. Párate alto y orgulloso
De acuerdo, tal vez este primero no sea tan sorprendente,
pero es tan importante que vale la pena repetirlo.
¡Nuestra postura dice mucho sobre nosotros para ... nosotros
mismos! Agacharse, redondear los hombros, colapsar en el pecho y dejar que
nuestra cabeza cuelgue son todas las posturas defensivas y físicamente decrecientes.
Esto no solo les dice a los demás que somos inseguros o inseguros, sino que
refuerza ese mensaje en nuestra propia mente.
La famosa charla TED de Amy Cuddy sobre poses de poder llevó
a la conciencia pública el efecto real que nuestro lenguaje corporal tiene en
nuestras mentes. Pero esta técnica ha sido bien conocida por los actores
durante siglos: defiende la forma en que se siente tu personaje y tú también te
sentirás así.
Pararse erguido y orgulloso se trata realmente de tener una
buena postura. Esta no es una forma rígida de sostenerse: una vez que lo
domine, es la forma más cómoda y natural de pararse. Para estar con la
confianza de un orador público (ya sea usted o no), siga estos pasos:
1) Coloque los pies separados al ancho de los hombros.
Aprieta ligeramente tus músculos abdominales, como si te
estuvieras preparando para levantar una caja pesada. No apriete los abdominales
con demasiada fuerza, solo enganche lo suficiente para que le ayuden a sostener
su torso.
Deje que el punto central de su pecho flote sin esfuerzo
hacia arriba. Un cofre "orgulloso" se mantiene alto, no hinchado.
Esto ayudará a que sus hombros caigan hacia abajo y hacia atrás sin esforzarse.
Equilibre la cabeza de manera uniforme sobre el cuello y
mantenga la mandíbula paralela al suelo.
Intenta una sensación de ligereza y equilibrio en todo tu
cuerpo. No importa el tamaño o la forma que tengas; cualquiera puede sostenerse
a la ligera y con orgullo, y tiene un efecto muy real en su sentido real de
orgullo y confianza.
2. Eliminar la sutil autodesprecio
Todos hemos escuchado el consejo para celebrar nuestras
habilidades, y es un buen consejo. Este refuerzo de confianza lo lleva más
lejos.
Con demasiada frecuencia tratamos de "equilibrar"
las declaraciones de confianza al pensar o decir algo negativo o decreciente.
La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de la frecuencia con la que
reconocemos nuestras habilidades con una mano mientras nos humillamos con la
otra. Por lo general, estamos tratando de ser humildes o evitar alardear, pero
todo lo que realmente estamos haciendo es robar nuestros propios truenos y
reducir nuestra confianza.
Cuando esté hablando o pensando en sus buenas cualidades,
elimine todas las palabras que le quitan ese cumplido o esa habilidad. En lugar
de decir "No soy el mejor escritor, pero ese fue un artículo bastante
bueno", repítete "Escribí un buen artículo". Ambas declaraciones
reconocen su habilidad, pero la primera lo expresa en sutil downtalk. La
segunda declaración presenta su habilidad como un hecho directo y honesto, que
es mucho más poderoso.
Esté atento: a veces el lenguaje autocrítico que roba la
confianza puede ser astuto. Le gusta disfrazarse de humor: "Sí, ese fue un
gran presupuesto, pero no te preocupes ... ¡Lo compensaré con un mal
informe!" También puede esconderse en palabras pequeñas e inocuas:
"Soy un cocinero bastante bueno" o "Sí, esa fue una presentación
correcta" en lugar de "Hago un estofado de ternera" o "Di
una presentación sólida".
3. Sea implacablemente curioso
Esta táctica se trata de ver un fracaso o una falta de
conocimiento como una oportunidad para aprender algo nuevo en lugar de una
razón para golpearse.
Si bien sabemos a nivel intelectual que no podemos tener
todas las respuestas, admitir que puede ser una píldora difícil de tragar.
Muchas personas se castigarán innecesariamente cuando no puedan responder una
pregunta o no puedan realizar una habilidad o tarea que parece ser algo natural
para otra persona. Y esto mece nuestra confianza; Es difícil sentirnos bien con
nosotros mismos cuando estamos ocupados pateando nuestros traseros por no ser
perfectos.
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