Al amor que no fue - Andres Lacrosse
Mis diferencias sobre lo que debo de pensar o no, es algo tan relativo como nuestro encuentro. Casi siempre y de forma tan absoluta, me descubro a mi mismo pensando en tus simples palabras.
Aquellas cosas que me decías por el simple hecho de hacerme sentir mejor, en medio del infierno del olvido.
Mis distracciones fueron quizás más fuerte que el comienzo de algo maravilloso entre nosotros.
Y cómo una paradoja del destino quede solo, de la misma forma que había empezado, quizás más bien, con la compañía de nadie.
Pienso que la gente se encuentra con sus verdaderos sueños, siempre cuando está en circunstancias adversas. Como si de algún modo tenemos el mejor plato de comida, el más exquisito, el más apetecible pero carecemos de todo tipo de hambre. Es algo ilógico y hasta hermoso desde un punto de vista.
Aun así, desde mi humilde posición encontré a alguien por cual los días, eran más brillantes y más significativos.
Quizás no era el tiempo apropiado para saber el uno del otro y tal vez ninguno de los dos estuvimos preparado para solventar la distancia, aun así durante ese periodo de tiempo, lo mejor de esta etapa se presentó en mi vida.
Siempre pensé que uno no espera las malas temporadas, nuestra esperanza es inagotable y nuestro futuro siempre lo vemos más atractivo que el presente.
Tal vez no encuentre nunca consuelo en las decisiones que uno toma de forma deliberada, mis manos quedarán con el deseo de entremezclarse con tu pelo, mis ojos desearán divisar tu ojos, mis labios quedarán llenos de promesas de tus besos y mis brazos deseosos de abrazarte.
Hasta siempre Hermosa, la felicidad es un regalo al alcance de todos, pero pocos son los que la logran hallar. Siempre estarás en mí como un recuerdo latente en mis noches de absoluta soledad.
Te estaré agradecido eternamente por haber sigo un faro en medio de mi tempestad.

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