Al amor que vendrá
Aquellos ojos eran faros en mis días de oscuridades pasajeras.
Aveces la vida tiene la absurda manera de ayudarnos en los momentos que más necesitamos, o quizás ser más bien complemento de alguien más.
Siento el miedo lógico de conocer a alguien nuevo, lleno de proyectos, sueños, habilidades, características iguales a mi y no tanto.
Tal vez el destino tiene una carta más que jugar, en esta vida repleta de matices. Pienso en ella y sonrio, como si el solo hecho de nombrarla cambiaria mi estado, pienso y sueño como una facultad innata de escritor.
Siempre he pensando que no hay mayor remordimiento que extrañar algo que nunca sucedió. Que aveces nos basta un segundo para conocer a una persona y aveces estamos toda la vida con alguien sin realmente conocerlo.
Nuestras miradas todavía no se juntaron, todavía mis brazos no lograron abrazarla. Mis besos esperan en pausa la llegada de sus besos, solo el tiempo y la paciencia tiene la respuesta.
Tal vez no estaría entendiendo cómo funcionan los hilos que unen y separan, no entiende mi mente mis pensamientos sobre ella, me enredó en caminos complicados, miro fotos absurdamente periodos tan largos que escudriñan cada una de sus partes.
Me siento ilusionado cómo alguien nuevo e ingenuo, me gusta la manera de verme parte de un sueño.
Camino esperando su camino, aguardo sin aguardar más bien en nada.
Siento que somos dos locos perdidos en el mundo, que la suerte ha unido inesperadamente..
Andrés Lacrosse - 2018
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